lunes, 4 de abril de 2016

CHASCO

Echado en el sofá, medio dormido en la camilla, noto como mi hija pequeña me acaricia la mano que descansa sobre mi costado.  Me enternece ese gesto de cariño y la dejo hacer.

De repente la aparta con decepción, la mía es mucho mayor. 

¡Andaba buscando el móvil en mi bolsillo !

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