viernes, 2 de enero de 2015

AÑO NUEVO

Nada más comenzar el año me hicieron soplar. De madrugada con el coche cargado de niños medio dormidos. No llevaba documentación pues al cambiar el abrigo (qué sólo me pongo una vez al año) por la cazadora, la cartera se quedó en uno de los múltiples bolsillo de esta. La respuesta del guardia a mi mirada inquisitiva fue clara y rotunda: 0;0.
No era para menos, tras los ejercicios realizados después de las uvas. Valses, pasodobles, Féliz Navidad y Jingles Bells de Boney M, el humo ciega tus ojos de los Platters. Todo muy actual… lo más, un disco de vinilo, original de Super Trouper que rulaba por casa de mis padres, y que, en un rapto de modernidad pedí a los Reyes, allá por los años…
Momentos:
Manolito, con su plato de uvas:- me pongo a tu lado Papá, para darte el primer beso del año. ¡Impagable! (y continuaba- y gritar ¡Viva el Betis!-)

Un vals de Strauss bailado con mi hija Reyes, que por primera vez, lo hacía a compás, y muy bien, ella sola, sin que yo la tuviera que cogerla en brazos como antes.

Un Only You, con las luces semi apagadas, muy lento, con la madre de esta.

Mi madre enseñando a sus nietas a bailar unas canciones de los Tres Sudamericanos, de un disco auténtico también, que rescatamos de casa de mi abuela cuando se cerró. El movimiento sincopado de hombros y brazos al estilo de Conchita Velasco, era inimitable… las copias actuales no consiguieron igualar al original…

En fin, lo poco que había bebido era ya cosa del año pasado, y soplé como un señor.

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