martes, 27 de agosto de 2013

¿Se puede ser más chabacano?

Ayer mientras se escuchaba de fondo en el chiringuito me di cuenta de nuestra degeneración.

El carpe diem horaciano ha dado mucho juego a lo largo de la historia de la literatura.
¡Oh Garcilaso!:
En tanto que de rosa y de azucena se muestra la color en vuestro gesto...

¡Oh Góngora!:
Mientras por competir con tu cabello, oro bruñido al sol relumbra en vano;...

Pero hoy, del "collige, virgo, rosas" hemos pasado al:

¡Dale a tu cuerpo alegría, Macarena, que tu cuerpo es pa darle alegría y cosa buena!
¡Toma ya!

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