martes, 21 de mayo de 2013

Conciertos polisémicos: suenan igual pero no es lo mismo..y realmente tampoco suenan igual

Ayer venía pensando, no sé porqué, en lo diferente que puede ser el significado de una misma palabra.
En mi casa, la palabra concierto tenía un carácter cuasi sagrado, litúrgico. Significaba acudir a un teatro dorado y barroco (el Lope de Vega era el único que existía en aquel entonces) y escuchar las obras maestras de Mozart, o Bach o Beethoven.
Era estar en silencio largo tiempo. -No se puede ni toser- nos decían. Yo me iba comiendo el programa por sus picos y cuando terminaba el concierto había hecho una escabechina ante el asombro de mi madre que me decía que me iba a sentar mal tanta cultura.
A veces  (no me llegaban los pies al suelo), me retiraba al antepalco, donde bajo un espejo dorado había un canapé de terciopelo rojo y allí terminaba mi concierto, en postura fetal arrullado entre violines.
Eso sólo en última instancia, ya que suponía  admitir ante mis hermanos que no se era lo bastante mayor para acudir a esos eventos. Por eso las más de las veces las cabezadas, se daban con la mano en la mejilla apoyada sobre la baranda del anfiteatro.
Después solía culminarse la noche con una tapita con papá y mamá. Y cuando eran en el Conservatorio cerca del  “Multicines Alameda”  (oh, gran novedad, varias salas, sonido Dolby) nos tomábamos una hamburguesa en la primera hamburguesería americana que pusieron en Sevilla, toda naranja y fashion,  envueltas en papel, con cebollita y pepinillos ¡ Umm, aun recuerdo el olor y el placer del los tiernos mordiscos…!
Cuando  ya  teenagers, mis amigos del colegio, hablaban de concierto refiriéndose a unas macrofiestas donde la música estallaba en los oídos a miles de decibelios, con altavoces y luces mareantes y la gente moviéndose a ritmos sincopados, yo pensaba que eso de “concierto” tenía poco, más bien desconcierto, pero en fin a fuerza de costumbre me fui haciendo a su uso.
No obstante, para mí un concierto sigue siendo un concierto y esto otro un pseudo concierto. Yo sé lo que es un concierto a secas, por mucho que se empeñen, igual que sé a lo que me refiero cuando digo matrimonio

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